Cardijn Uruguay es una organización horizontal que trabaja en equipo, comulgando con los valores de confianza, dedicación, entusiasmo, compromiso e interés por el colectivo.

NOS ENFOCAMOS EN

  • Desarrollar en las personas las competencias técnicas y de gestión para ingresar al mercado de trabajo en forma dependiente o independiente.
  • Estimular la formación permanente para el crecimiento de las personas y comunidades.
  • Fortalecer y promover el pleno ejercicio de los derechos y deberes como ciudadanos y ciudadanas.
  • Jerarquizar el rol del trabajo en la vida de cada persona.
  • Fomentar relaciones laborales solidarias y asociativas.
  • Incentivar la capacidad crítica, creativa y de autogestión para generar soluciones alternativas.
  • Promover el respeto de los derechos humanos.

HISTORIA

Hacia fines de 1982, en plena decadencia de la dictadura militar, se viene gestando a nivel social, la necesidad de un reencuentro de los espacios perdidos en donde poder recuperar la palabra, reflotar valores, derechos violados. Es de esta manera que se empiezan a reorganizar movimientos y asociaciones en forma creciente y acelerada, visualizándose que el camino hacia la reapertura democrática, podía ser una realidad, sobre todo si operaba la presión social.

Por otro lado, la situación de crisis económica, había llegado a tal punto, que con la desestabilización del dólar, se produce un gran caos. Como consecuencia de ello, el cierre de gran número de empresas generó un muy importante nivel de desocupación.

Debido a todos estos factores, es que surge la inquietud de varias instituciones del país, como la Pastoral Social de la Iglesia Católica de Montevideo, Emaús, el Servicio de la Paz y Justicia y el Movimiento de Trabajadores Cristianos, quienes se plantean brindar una respuesta al acuciante problema de la desocupación.

El intercambio de experiencias, conocimiento, ideas, esfuerzos comunes, aporte de recursos humanos y materiales, permite cristalizar el proyecto de crear un Programa cuyo objetivo sea la promoción de grupos de trabajo cooperativos para desocupados.

A esta iniciativa se le da el nombre de Programa Cardijn, en homenaje al Cardenal Joseph Cardijn al conmemorarse los 100 años de su nacimiento, quien fuera un incansable servidor de los trabajadores, promotor de diferentes iniciativas a favor de éstos.

Lo que se pretendía abarcar con el concepto de Programa, era la idea de un trabajo integral en el que se impulsara que el desocupado y su familia tuviera espacios en donde pudiera transmitir sus vivencias, superar el aislamiento y la desesperación, reinsertándose laboralmente como protagonista de su ser social.

Incentivar la defensa de sus derechos y actuar acorde a ellos, fortalecido en la confianza en si mismo y en los demás, basándose en una espíritu de solidaridad, fue lo que motivó el accionar Programa en su primer etapa.

Las primeras experiencias estuvieron pautadas por préstamos de bajos montos, escaso conocimiento del oficio por parte de los trabajadores, inexistencia de un marco jurídico, menor exigencia en cuando a la viabilidad del proyecto, condiciones muy flexibles de devolución de los préstamos.

Esto, junto con el contexto económico global, hizo que muchos de los grupos de trabajo de esta etapa, sólo lograran un nivel de sobrevivencia, e incluso, varias de las experiencias resultaron frustradas desde el punto de vista económico.

Sin embargo, reafirmamos el valor de este período en cuanto permitió reencontrarnos con instancias de participación y canalización de inquietudes que tenían escasas e incipientes oportunidades de expresión en nuestro medio, por el momento histórico que estaba atravesando el país.

Con el transcurso de los años se fueron dando pasos importantes en la estructura y organización del Programa, produciéndose un crecimiento en recursos humanos y económicos debido a la creciente demanda de solicitudes de apoyo.

La nueva realidad surgida a partir de la restauración democrática, fue exigiendo una readaptación institucional, en la cual se incluye, entre otros elementos, la formalización de un marco legal a través de la obtención de personería jurídica. Por ello, el Programa es hoy una organización autónoma, procesándose una reubicación de las relaciones con las instituciones fundadoras.

El Programa, se ha dado a lo largo de sus años de trabajo, una forma de organización interna autogestionaria.

Quienes se desempeñan como trabajadores en él, tienen un rol protagónico, participando activamente en la toma de decisiones, independientemente del lugar que ocupe en la estructura interna.

Cada uno es gestor de su tarea, y se siente parte de un colectivo de trabajo que lo respalda.

Las funciones de coordinación y dirección son llevadas a cabo en forma colectiva, y tienen carácter rotativo.

Estos criterios, son para nosotros de una importancia de capital, ya que intentamos llevar a la práctica, la forma de trabajo que les proponemos a las propias experiencias que estamos promoviendo.

HITOS

  1. 1998

    Apertura de la Regional Norte. Capacitando en un rubro diferente a los realizados hasta ese momento por Cardijn: Silvicultura

  2. 2003

    Encuentro de 200 beneficiarios a 5 años de la apertura regional, done se evaluó impacto de los proyectos ejecutados desde el punto de vista e la capacitación y desde la Inserción Laboral de los jóvenes, con un 80% de inserción

  3. 2006

    Llegamos a los 500 participantes beneficiarios en los proyectos

  4. 2008

    La filial norte cumple 10 años realizando un encuentro con las empresas e instituciones que acompañaron el desarrollo de la institución: IMT – IMR – Junta Local de Tranqueras; MTSS; JUNAE; DINAE – PROIMUJER – PROCLADIS; INJU – PROJOVEN; Comité Departamental de JUNAE – Proyectos Especiales; INIA Tacuarembó; INIA Las Brujas; INDA; MIDES; OSE; Empresas Forestales; Iglesia Católica

  5. 2018

    Filial Norte cumple 20 años
    Nueva estructura de trabajo: Tacuarembó pasa a ser sede Central de CARDIJN URUGUAY
    Profundo trabajo con empresas forestales en proyectos de educación y empleo